Diálogos

Sunday, June 24, 2007

A propósito de la Ley General de Educación


Hace unos días, gracias a la buena disposición de una colega del Colegio “Nueva América” de Viña del Mar, tuve en mis manos una invitación para ir a la exposición sobre la Ley General de Educación a cargo de la Ministra de Educación Yasna Provoste.

Al llegar al salón dispuesto para el evento, minutos antes de la hora señalada en la tarjeta, no más de 20 personas se encontraban en el lugar, el que paulatinamente se fue completando, el público lo componían mayoritariamente profesoras y profesores, aunque también se apreciaban estudiantes y apoderados.

Con cerca de media hora de retraso se inicio el evento, lo que ocurrió a continuación refleja de alguna manera, lo que sucede día a día en nuestras aulas, principalmente en la de los establecimientos subvencionados; la Ministra se aprontaba a iniciar su exposición cuando un pequeño grupo de estudiantes –al parecer de enseñanza media- irrumpió con gritos, panfletos y lienzos. Ante la sorpresa de todos los asistentes, una alumna intentaba leer una declaración en medio de los gritos de sus compañeros.

La Ministra manejo bastante bien el incidente, le ofreció el micrófono a la alumna que hacia grandes esfuerzos para alzar su voz; ya con micrófono en mano la estudiante leyó una larga y a veces incomprensible declaración.

La Ministra intento retomar la exposición pero era difícil, mas gritos, mas consignas; entonces un diputado presente en el salón tomo el micrófono y cual Inspector General, exhortó a los exaltados a escuchar en silencio a la Ministra o a retirarse del salón, a esa altura ya se escuchaban las voces de algunas de las presente que exigían la expulsión de los muchachos, los que obviamente optaron por marcharse.

Así terminan en general los conflictos a nivel de las aulas; el que no quiere escuchar al adulto que tiene delante y que por cierto tiene el poder, debe terminar exiliado en el patio o en la oficina de la dirección; me pregunto ¿en qué minuto se perdió nuestra capacidad de dialogo?, ¿dónde quedo la tolerancia que intentamos enseñar a nuestros estudiantes?, ¿fue adecuada nuestra estrategia para enseñar a dialogar?

Luego por cerca de 30 minutos la exposición de la Ministra, que se paseo por los aspectos globales de la Ley General –hoy en discusión en el Parlamento- para posteriormente dar paso a las preguntas de los asistentes; yo ya preparaba las mías intentando buscar luces que me explicaran para donde nos lleva esta nueva Ley, sin embargo la gran mayoría de las consultas tuvieron otro tenor; mas vinculada a la preocupación especifica y cotidiana de los asistentes; una madre quería saber por que a su hija le habían quitado la beca universitaria; otra apoderado que buscaba explicaciones para el rechazo de su hija con síndrome de down en escuelas comunes; un dirigente vecinal que le interesaba cómo se incorporaban esas organizaciones a la comunidad educacional, un estudiante que se quejaba por la gran cantidad de tareas que se daban en los colegios con Jornada Escolar Completa y un segundo estudiante que exigía la evaluación de la JECD.

Poco o nada se discutió sobre la nueva Ley y sus alcances o limitaciones; lo vivido en esa jornada nos mostró las falencias y deudas que tenemos como sociedad para generar diálogo en torno a temas ciudadanos y cómo queda en evidencia la falta de espacios de debate sobre políticas públicas, ¿habrá que seguir resignado a que los grandes temas se resuelven entre las mismas cuatro paredes sean en Santiago o en Valparaíso?

Sobre la Ley General de Educación, habrá que seguir esperando…