La expresión "We Xipantu", en mapudungun significa "Año Nuevo", he querido iniciar esta nueva conversación envíandoles este cálido saludo, especialmente a quiénes le han dado sentido a este espacio con sus diálogos; Cango, Marcos, René y Jacqueline -ojala pronto sean tanto que no pueda escribir todos sus nombres-.
¡No!, no estoy loco, ni he cambiado a propósito los ritos de fin de año, tampoco es que desee que este año termine ya, nada de eso, sólo he querido saludarles con mucho afecto pues hoy comienza el Solsticio de Invierno y según las viejas tradiciones de nuestros pueblos originarios los de aquí y los de más al norte, con la llegada del invierno se inicia un nuevo año, la Pachamama se renueva y saludamos al Sol para su pronto retorno; él es fuente de sabiduría y renovación (aprovechemos la ocasión para renovar también nosotros nuestros sueños e ilusiones por una educación mejor y, también por los de una Vida Bella, les parece).
Creo que son estos momentos los que nos permiten tributar un sentido homenaje a tantos y tantas, que publica y anónimamente hicieron posible que podamos seguir soñando y contando sus historias que son también las nuestras, la memoria constituye la reserva ética que permite a las personas y a los pueblos a reconstituirse, los que la hipotecan o congelan en el frío de sus intereses probablemente mantengan algunas cuotas de poder y sean algunos rostros que vemos en la tele.
La llegada del invierno, que en nuestro hemisferio es el 21 de junio, coincide con el solsticio de invierno, punto del calendario en el cual la Tierra se aleja más del sol. Es el día más corto del año y su noche la más larga (¡¡guau, aprovéchenla entonces!!).
Para los mapuches, este fenómeno natural marca la finalización del período de cosecha y el principio de una nueva época de siembra.
Según la religión mapuche, el sol nace con la llegada del invierno, se vuelve joven y adulto en primavera, envejece durante nuestro verano y comienza a morir en otoño, cuando los árboles pierden sus hojas, los animales cambian su pelaje y otros fenómenos alteran a la naturaleza, incluidos los hombres y las mujeres.
Sea pues este Solsticio de Invierno bueno en bendiciones para todas y todos, un momento también para la reflexión y la renovación.